Estos cinco objetivos -y concretamente las siguientes metas: reducir las desigualdades económicas (10.1), reducir el chavolismo (11.1), reducir los residuos (12.5), combatir el cambio climático (13.2) y proteger el ecosistema marino (14.2)- exigen un cambio radical de tendencia y un esfuerzo importante de creatividad, de innovación, y de cambio de modelo productivo y de consumo.
Podemos seguir luchando para erradicar la pobreza extrema, pero lo que nos dice la agenda es que estaríamos intentando resolver un problema que, en cualquier momento, puede revertir. Porque ya no se pueden disociar, como hemos hecho tradicionalmente, los problemas de desarrollo de unos países frente a los problemas de desarrollo de otros.
Los ODS requieren un tipo de innovación nueva, por ello en el itdUPM estamos creando un espacio inspirador y demostrador que estimule la colaboración, que genere conversaciones transformadoras, y que ayude a tener una mejor perspectiva global de problemas que nos afectan a todos y todas.
Contamos con el potencial de nuestros grupos de investigación para proponer soluciones creativas que nacen de esa interdisciplinariedad que promueve el itdUPM, para responder así a los problemas que plantean los ODS.
Pero también queremos ser un centro que conecte las iniciativas ciudadanas de respuesta a la no sostenibilidad del modelo actual con el sector público y privado, sectores que ya ven cómo los modelos verticales no sirven para resolver determinados problemas.
En definitiva, se trata de lograr un modelo de innovación más difusa que aproveche el talento social, el conocimiento académico y la apertura cada vez mayor de empresas y administraciones públicas. Y la Universidad puede ser ese conector.