El próximo 7 de marzo, la arquitecta italiana Rossella Corrao nos hablará de los beneficios derivados del uso de vegetación y energías renovables en edificios y ciudades con el objetivo de luchar contra el cambio climático y su impacto en el ambiente urbano y la salud de los ciudadanos.
El uso de fuentes renovables de energía y la optimización del rendimiento de los edificios son aspectos criticos para la mitigación del cambio climático. Esto no sólo por motivos “éticos” o medioambientales, sino también por sus efectos económicos, como los costes de mantenimiento de los edificios u otros costes que deben asumir los ayuntamientos para asegurar el confort, la salud y la seguridad de los ciudadanos así como para luchar contra la frecuencia y duración de las olas de calor o los así llamados “desastres naturales” registrados en todo el mundo.